Seguramente has visto en internet algún cómic como el anterior, que ilustran cómo la vida de los papás deja de ser suya en el momento en que un bebé llega a sus vidas, y te has sentido identificada; desde luego, todo vale la pena, pero cada cierto tiempo es importante recordar que somos más que los papás de Fulanito. Un nuevo calendario es una oportunidad perfecta para hacer un balance y tratar de incorporar nuevos hábitos constructivos a nuestra vida. Puede parecer difícil, porque siempre hay algo "urgente" por hacer, pero recuerda que la vida está hecha de horas y días; mientras antes comiences, más fácil será. Aquí te presentamos cinco ideas:

1. Dedícale tiempo a un hobby.  ¿Te gusta pintar, tejer, hacer manualidades, rompecabezas, crucigramas, leer o cocinar? ¿Buscas comenzar un nuevo deporte o retomar uno antiguo? ¿Te gustaría tomar una clase de idiomas, de cocina o de baile? No importa qué elijas, asígnale una hora a la semana; para comenzar, no necesitas más que eso. Ya que la hayas fijado, anúnciala a tus hijos, pareja y familiares, y déjales claro que esa hora es sagrada, y sólo una emergencia debe poder interrumpirla. ¿Suena egoísta? La semana tiene 168 horas; reservar una sola para ti suena bastante razonable.
2. Desconéctate. Es fácil "escaparse" a Facebook, Instagram y Pinterest en esos segundos muertos en lo que los niños juegan en el parque o toman una siesta; sin embargo, recuerda que las redes sociales en exceso conducen a la depresión, pues nos bombardean de imágenes poco realistas sobre la vida de las personas que nos rodean. Opta por socializar más con tu propia familia y vivir en el presente, y, ¿por qué no? por socializar con los amigos de Facebook a los que ya casi no ves en persona.
3. Haz planes con tus amigas de la infancia.  Si te preguntáramos ahora mismo con quiénes han sido tus últimas salidas sociales, seguramente contestarás que otras mamás en eventos de los niños, y una que otra con tus compañeros de trabajo. La cosa con los niños es que nuestras vidas inician ciclos nuevos al tenerlos, y a veces ocurre que estos ciclos nos desfasan de nuestras amigas de toda la vida; ¡no descuides estas amistades! Pide a tu pareja o familia que te apoyen para tener una salida de chicas, por tranquila que sea, sin hijos para relajarse, divertirse y pasarla bien.
4. Asume un estilo de vida más saludable. No es necesario matarse de hambre para quedar como varita de nardo, ni correr un maratón en junio; sin embargo, por tu bien y el de tu familia, comienza a hacer pequeños cambios en tu estilo de vida y en tu alimentación que te permitan mejorar tu salud: más vegetales, más actividad física, menos carne roja. Estos pequeños cambios no sólo prolongarán tu vida al lado de tu familia, sino que se traducirán en menores padecimientos en tu edad adulta, y sentarán una buena base para que tus hijos lleven también una vida saludable en su adultez.
5. Déjalo para después. Recuerda que tus hijos no serán pequeños para siempre, y no siempre morirán de ganas por pasar una tarde jugando contigo. ¿Hay ropa por doblar? ¿Platos por lavar? ¿TV por ver? Déjalo para después; no siempre, y desde luego, de manera razonable, pero permítete aceptar que está bien tener una casa que no esté 100% en orden (nunca lo estará) mientras sus habitantes estén felices y unidos.

¿Qué otros hábitos te gustaría integrar a tu vida en este 2016?